¿Qué nos revela un fósil de 100 millones de años sobre las transformaciones de la tierra? ¿Cómo imaginar, a partir de un estrato o una roca, la historia de un planeta que nació hace 4,567 millones de años atrás? ¿Y qué nos dice eso sobre la propia historia de nuestra especie que cuenta con apenas unos 300,000 años? Las características escultóricas, gráficas y gestuales de los fósiles, y los paralelismos entre el tiempo geológico y el humano, son temas centrales en Fosilífera. Piedra Partida, una exposición de la artista visual interdisciplinaria Lorena Mal, curada por Pamela Desjardins.

En la población de Tepexi de Rodríguez, situada en la Mixteca Poblana, se encuentra la cantera Tlayúa, sitio fosilífero único por la gran cantidad de rocas sedimentadas en perfecto estado de preservación desde hace 100 millones de años. Una región donde primero existió un mar, luego una laguna y ahora un semidesierto, cuyos drásticos cambios de temperatura y oxigenación provocaron la muerte masiva de miles de especies, al mismo tiempo que fueron la causa de la conservación de fósiles con detalles excepcionales, como en pocos sitios paleontológicos del mundo. 

A partir de la investigación de estos restos –realizada en colaboración con personas de las comunidades de Tepexi, de Santa Inés Ahuatempan y del Instituto de Geología de la UNAM–, Lorena Mal presenta una obra audiovisual que desarrolla la categoría de cine fósil, donde los tiempos profundos (geológicos) y humanos se solapan por medio de imágenes del sitio y el cuerpo de aquellas personas que, en el presente, recorren este lugar imaginando lo que allí habitaba. 

Esta exposición es parte de una investigación de largo aliento en la que Mal reflexiona sobre las huellas energéticas presentes en los fósiles animales y en el consumo humano de combustibles fósiles. Con ello, nos invita a pensar éticamente sobre la potencia de lo vivo. La quema instantánea de una inmensa cantidad de energía concentrada durante millones de años para acelerar las velocidades productivas, ha modificado sustancialmente los ecosistemas también aceleradamente, condicionando todas las formas de vida, más allá de la humana. 

Durante el proceso de Fosilífera. Piedra partida, Lorena Mal ha colaborado con el Laboratorio de Arte, Arquitectura y Arqueología (LAAA) en el escaneo de fósiles importantes para el archivo paleontológico nacional resguardado por la UNAM cuyos archivos se harán disponibles al público. Asimismo, el proyecto ha contado con diversas actividades paralelas para la comunidad local como son el taller “Ser huella” de la coreógrafa y artista Bárbara Foulkes realizado en el sitio paleontológico Pie de Vaca, y sesiones de improvisación sonora con el músico Diego Espinosa. A lo largo de la exhibición habrá otras actividades con científicas y científicos del Instituto de Geología de la UNAM, así como un taller de palma con artesanxs de la región, coordinado por el artista Ulises Matamoros para el día de la clausura de la exhibición, el sábado 22 de marzo del 2025.