canto llano cuenca valle es una serie de investigaciones o “cantos” en forma de esculturas y composiciones sonoras basadas en archivos musicales de libros de coro coloniales en México.
Con el apoyo de investigación de Sofia Carrillo y Mariel Vera (curadoras y equipo de investigación), Mónica Aguilera Zertuche and Juan Manuel Lara Cárdenas (musicólogos y especialistas en música coral antigua), Silvia Salgado (restauradora de materiales musicales de MUSICAT) y Elisa Schmelkes (directora de coro) junto con todxs los intérpretes de No Coro.
Documentación de performance, Parroquia de Santiago Tlatelolco, Ciudad de México, MX, 2022
Canto llano cuenca valle
2020-2022
Composición para coro de 10 a más voces
21′ 58”
CANTO LLANO CUENCA VALLE
CCUTlatelolco, Ciudad de México, CDMX
2020-2022
Curaduría por Sofia Carrillo
visitar exhibición digital: https://tlatelolco.unam.mx/canto-llano-cuenca-valle/
Texto por Sofia Carrillo
La construcción ideológica de un Nuevo Mundo sucedió como un proceso poroso, pausado y multifactorial; si bien es correcto hablar en plural de “las conquistas”, en este núcleo nos enfocamos en el sonido como uno de los procesos de conquista más contundentes y exitosos. Pensemos en el repiqueteo de las campanas para ordenar las horas o en la aceptación que tuvieron los habitantes del Cem Ãnáhuac hacia el canto y el ritual de las festividades cristianas debido a sus formas de rendir culto a lo divino.
Estos procesos no resultaron en un sincretismo armónico, sino en un estado de indeterminación conveniente llamado “nepantlismo”. Este concepto, que plantea un estado de transición opuesto al ollin y plantea ser al mismo tiempo algo y lo otro, es pilar de la investigación artística de Lorena Mal para este proyecto en proceso. Desde este sitio intermedio, la artista reconoce las disputas sobre cómo dar sentido a la idea de mundo en las imágenes y textos que acompañaban a la liturgia.
Este núcleo plantea un re-encuentro desde el arte contemporáneo con el archivo, la imagen, el sonido y su relación con el cuerpo, el canto, el paisaje humano y botánico: resonancias que no pierden su voz, sino que plantean una transformación. “Llano”, refiere a la forma de canto de tradición gregoriana de una sola voz (monofónico), tanto como a su sentido geográfico; así, el concepto se recorre en dos direcciones en una especie de traducción que se traslada de un lugar a otro constantemente (Nepantla). El canto es entonces una acción poética y política que permite el trazado de, por lo menos, dos formas de entender el mundo. El canto llano fue utilizado en la evangelización al incorporar salmos y misas en latín y náhuatl como parte de la educación de niños y jóvenes, tanto como el canto es también práctica ritual nahua.
Lorena Mal, artista mexicana nacida en 1986, realiza una investigación interdisciplinar con la que explora la cultura material y los discursos históricos. Desde la imagen y el sonido, cuestiona las formas de construir conocimiento, explora sus estructuras y plantea otra forma de aproximarnos. Para 1610/3, está desarrollando una investigación donde se hace explícito el sonido como un espacio de tensiones políticas, territoriales y religiosas que imponen un nuevo mundo (una nueva escucha) o que resisten con la voz de una estructura-mundo pre-existente.
En Canto llano cuenca valle, núcleo que revisa desde el arte contemporáneo la fundación de la parroquia de Santiago Tlatelolco, el mundo cristiano transmuta en una divinidad terrestre, de olor a flores y con la voz del quetzal y la chachalaca representadas por un canto llano modificado. Verás en este núcleo procesos de investigación artística que, a lo largo de todo un año se irán actualizando en esta página. Las piezas son: Canto llano cuenca valle, 2020-2021; Psalmodia Naturalis (in xochitl, in cuícatl), 2021; y Pinturas Perdidas (Mural de San Cristobal), 2021.
Texto por Sofia Carrillo
El cuerpo como espacio de resonancia; la voz como proyección de una energía interna hacia el mundo; el rostro y las manos con sus gestos; todas éstas, manifestaciones que traducidas a vibraciones sonoras crearían picos o montañas en un paisaje que Lorena Mal rescata en la partitura y su representación escultórica. El cantante se encuentra al centro, representa el punto cero, se ubica en la cuenca o el ombligo. Es así que, desde la corporalidad, Lorena Mal propone una lectura del accidente geográfico y el accidente material. Con esta pieza sonora, rescata a manera de paisaje aquellas heridas y memorias que quedaron grabadas en el contenedor y el contenido.
Su punto de partida fue el análisis de diversos archivos que contienen libros de coro franciscanos para revisar su estado de conservación y detectar las características del empastado, la humedad, las pérdidas de información, los capitulares en su representación botánica y animal. Esto desemboca en dos piezas: La primera, surge de la materialidad y la pérdida de información Canto llano cuenca valle (retablos) cantos inmóviles y un tanto enmudecidos por la pérdida de códigos e información en el material del que están hechos estos libros. La segunda pieza, de naturaleza sonora/performática, tendrá cuatro salidas a lo largo de un año: “Llano”, “Cuenca”, “Valle” y la pieza final. En estos cantos y atmósferas recupera la representación visual y gestual del neuma*; es decir, el análisis gestual de un libro sevillano de coro franciscano fechado en 1606: Gradual: A Dominica III Quadragesimae ad Sabbatum post Dominicam Passionis (copista: Fray Juan de Mota).
*NEUMA / SOPLO-ESPÍRITU
Este tipo de notación se utilizó durante la Edad Media (s.IX – s.XIII) para indicar la tonalidad (grave o aguda) y el tempo (movimiento-velocidad) en los cantos. Son anotaciones gráficas sobre el texto que indican intencionalidad sobre el canto; los neumas se interpretan no sólo con la proyección de la voz y su tonalidad, sino también con la gesticulación específica que el corista debe realizar para lograr la indicación expresiva.